Durante los años previos se implantaron las infraestructuras necesarias de la red básica, y con la inauguración este año del cable coaxial Madrid-Zaragoza-Barcelona que proporcionaría mucha más facilidad y calidad de las comunicaciones, se estableció el escenario ideal para las múltiples conexiones que permitirían las retransmisiones de televisión. En 1956 Televisión Española inicia sus emisiones. En ese momento existían solo 600 aparatos receptores, pero se establece un concurso público para la fabricación de 20.000 televisores. Este sería el principio de la transformación de la sociedad española gracias a la primera pantalla que se instalaría en nuestros hogares para siempre.
Con más de 1.200.000 teléfonos instalados, España figura en el selecto grupo de 14 países que superaban el millón de aparatos. Esto se consiguió gracias al desarrollo y despliegue de los últimos años, que hizo posible que el circuito interurbano llegase a los 750.000 kilómetros, que permitieron atender 90 millones de conferencias y llevar el servicio telefónico a 1.300 poblaciones que carecían de él.
En 1956, Telefónica incorporó el modelo 5523-EZ como el primer teléfono de disco en España de uso doméstico. Un terminal de baquelita negra, de fabricación española, al alcance todavía de pocos hogares. El auricular y el aparato se unían mediante un cable extensible en espiral, y en el centro del disco de marcaje, siempre un rectángulo blanco para que el abonado pudiera apuntar su propio número. Convertidos ahora en piezas de colección, los 5523-EZ son uno de los primeros “inventos” en aprovechar el plástico con un uso industrial.
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