Telefónica estaba en estos años en un proceso decidido de modernización industrial y renovación tecnológica. Y todo esto se simbolizó externamente con un cambio de logo en 1984, año en que la compañía, además, cumplía 60 años. Fue el primer cambio del logo, y sustituía al creado en 1926. El logo originario no representaba ya el nuevo espíritu e imagen tecnológica de la compañía. Introducía el color verde y azul, y con los 10 puntos en forma de T y contenidos en un círculo, sugerían modernidad. Hacía recordar la marcación por teclas de los teléfonos de nueva generación en aquellos tiempos. Con este cambio, nos anticipábamos a las tendencias liberalizadoras que ya empezaban a extenderse por Europa.
La primera central telefónica totalmente electrónica y digital (Sistema 12, de Standard Electric) se inauguró en 1984 en Salamanca y tenía una capacidad para 10.000 abonados. Se trata del primer paso en la digitalización de la red española, pronto quedarán atrás las centrales Rotary y las más modernas de relés. Las centrales electrónicas abren la puerta a las comunicaciones de banda ancha esenciales para los servicios multimedia de voz, datos e imágenes. Como curiosidad, destaca el edificio histórico que alberga esta central, el Palacio de Alonso de Solís, que en 1543 albergó la boda nada menos que de dos príncipes: el que sería el futuro Felipe II con la princesa María Manuela de Portugal. Aunque en su aspecto exterior es del siglo XVI fue el primer edificio de Salamanca con estructura de hormigón armado. Y otra anécdota, en esta central trabajó Concepción Hernández, una joven telefonista que la CTNE escogió como imagen para sus campañas de publicidad.
Un nuevo servicio de comunicaciones empresariales, Ibercom, comienza a tener un éxito considerable en 1984. Consiste en ofrecer a los grandes clientes la instalación de redes privadas virtuales, diseñadas a la medida de cada empresa. Con una estructura completamente virtual, tanto en conmutación como en transmisión, conseguimos en poco tiempo una contratación de 15.000 líneas.
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