El hito de pagar en las tiendas sin necesidad de llevar dinero comienza a ser una realidad. Los primeros datáfonos, instalados sobre el moderno modelo Teide, sitúan a España a la cabeza de Europa en la transformación del sector bancario.

¡Cuidado con los tiburones!

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Ya hemos visto, en muchos otros momentos de la historia, que los cables submarinos son una solución implementada por Telefónica desde el principio para complementar y reforzar sus comunicaciones internacionales. El despliegue de cable bajo el mar, igual que el terrestre, se iba adaptando a las tecnologías disponibles, y en 1983 llega un hito importante en ese sentido. Comienza el despliegue del OPTICAN I, el primer cable submarino de fibra óptica. Se instalaría con repetidores en aguas profundas entre Gran Canaria y Tenerife, de la mano del gigante norteamericano AT&T. En las primeras pruebas del OPTICAN I, el equipo técnico enfrentaría un problema inesperado: un tiburón atacó el cable y hasta se dejó un diente clavado en la cubierta plástica. El cable quedó dañado pero los expertos sacaron un aprendizaje para siempre: el cable submarino, desde entonces, siempre va cubierto de acero.

Despliegue Optican I, cable submarino de fibra óptica-1983.jpg

El Teide, en todo lo alto

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Llega un nuevo modelo de terminal que se convertirá en el de referencia en hogares y oficinas de España durante una década: el Teide. Un teléfono de líneas rectas, botones de marcación cuadrados y típicamente de color rojo, aunque los hubo blancos, que se bautizó con el nombre del pico más alto de España en un guiño a las Islas Canarias. El Teide era un terminal de sobremesa, pero también podía colgarse en la pared. “El Teide, un teléfono de futuro”, decía la publicidad, y era cierto. Preparado ya para los servicios suplementarios como la llamada a tres o la rellamada -aunque no llegaron hasta unos años más tarde-, el Teide se fabricó en dos modelos, uno para uso doméstico y otro destinado a tiendas, negocios y oficinas.

El primer datáfono

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Precisamente sobre un terminal Teide se instaló en este año el primer datáfono o TPV (terminal en el punto de venta), un invento español implementado por Telefónica. Pagar sin dinero empezó a ser una realidad a través de nuestra red IBERPAC y de un desarrollo pionero de Telefónica I+D para incorporar un lector de tarjetas de crédito a los datáfonos.