La CTNE revalida su contrato

Tras la proclamación de la República un año antes, y entre todas las incertidumbres, había una respecto a la continuidad de la CTNE. El nuevo ministro de Comunicaciones del Gobierno Provisional, Diego Martínez Barrio, promovió rápidamente un proyecto de ley que declaraba ilegal la adjudicación del servicio telefónico, e implicaba la expropiación. Tras meses intensos de debates e incertidumbre, en los que salieron muchas voces defendiendo el servicio telefónico frente a la situación previa a la CTNE, la compañía aportó a la Comisión Parlamentaria creada información detallada de todo lo realizado, con pruebas evidentes del total compromiso de la compañía con el desarrollo del servicio telefónico en España. El asunto se acabó de resolver a finales de 1932. En el discurso del presidente de la República, Manuel Azaña, ante las Cortes Constituyentes, tranquilizaba a los españoles con este asunto y expresaba que “ha llegado el momento de que el Gobierno de la República interponga su responsabilidad en la tramitación de este asunto”. Antes de acabar el año, el Gobierno y la CTNE alcanzaban un acuerdo. Pasado el peligro de expropiación, comenzó una nueva etapa de cooperación con las autoridades republicanas.

Más países al alcance de la mano

En 1932, el servicio internacional se extendió a Polonia, Letonia, Rumania, Yugoslavia, Brasil, Colombia, Venezuela, Islas Bermudas, Hawai, Egipto, África del Sur y Nueva Zelanda.

Mejores condiciones y paz social

En el mes de mayo, los empleados de la CTNE y la compañia ponen fin a un contencioso laboral que trajo varios meses de movilizaciones y protestas. Ambas partes firman un nuevo Contrato de Trabajo que mejoraba las condiciones de trabajo de los empleados y que entraría en vigor al año siguiente.