1967

Las “Matildes”, las acciones de Telefónica, comienzan a formar parte del patrimonio de millones de españoles que ven en la bolsa un vehículo para poner sus ahorros como nunca antes. El popular actor José Luis López-Vázquez quedará unido para siempre a esta compañía y su marca.

Abrimos la primera oficina de atención al accionista

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El número de accionistas en estos años aumenta a marchas forzadas, gracias a la emisión de acciones, las famosas 'Matildes', nombre que se les dio a las acciones en la exitosa campaña publicitaria protagonizada por José Luis López Vázquez. Las sucesivas ampliaciones de capital de Telefónica en esos años (1965-1973) multiplicaron por más de cuatro veces su capital social y también el número de accionistas minoritarios, que rondaba ya los 350.000. Es lo que algunos denominaron la primera acción de “capitalismo popular” en una España que hasta entonces había estado ajena a la Bolsa. Por ello, decidimos abrir la primera oficina encargada de atender a los accionistas. El cometido principal era dar asesoramiento, en especial en la posible desgravación en el impuesto sobre la renta por inversión en valores mobiliarios, y también para el posible uso de diferentes líneas de crédito que ofrecían las Cajas de Ahorro. Todo esto se enmarcaba en una política económica estatal que tenía por objetivo la protección y el estímulo del ahorro.

Abrimos la primera oficina de atención al accionista

Buitrago, nuestro gran centro de comunicaciones por satélite

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Las comunicaciones por satélite eran una gran innovación de esta década. Telefónica había empezado a instalar estaciones terrenas por satélite, primero en Maspalomas (Gran Canaria) en 1966 para apoyo a la misión Apolo y después en 1967, instalamos en Buitrago de Lozoya, (Madrid), la primera propiamente de servicios de telecomunicaciones nacional. Se instaló en virtud de un contrato firmado con la NASA ese año y era una de las cinco estaciones de comunicaciones por satélite existentes en Europa. Se denominó Buitrago I, usaba satélites INTELSAT sobre el Atlántico y servía para cursar tráfico telefónico, telegráfico y de televisión con el continente americano. Después instalaríamos otras estaciones que convertirían a Buitrago en un gran centro de comunicaciones donde se cursaban las comunicaciones telefónicas con países de todo el mundo. Desde aquí se llevaba también la señal de las cadenas de Televisión Española a las Islas Canarias o se retransmitieron al mundo acontecimientos como el Mundial de fútbol del 82, los Juegos Olímpicos del 92 o la Expo de Sevilla 92.

Buitrago, nuestro gran centro de comunicaciones por satélite

!Matilde somos ricos!

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