En 1944 se cumple el vigésimo aniversario de la fundación de la CTNE. La compañía -como todo el país- trata de mirar hacia delante cinco años después del final de la Guerra Civil. Y lo hace poniendo primero a las personas. Es el año en el que reforzamos y mejoramos la llamada Institución Telefónica de Previsión, una especie de mutua para que los empleados, con ayuda de la compañía, consigan mejores condiciones para ellos y sus familias en caso de fallecimiento, incapacidad o jubilación. La Institución Telefónica de Previsión estaría vigente hasta 1992 como entidad colaboradora de la Seguridad Social. En la memoria de cuentas al cierre de 1944, la compañía da por finalizado el “deterioro por causa de la guerra” y celebra el avance del negocio en España: el año acaba con más de 400.000 estaciones en servicio y se imprimen casi medio millón de guías telefónicas.
Barcelona ya era entonces sede de las grandes muestras de innovación, y, como ocurre ahora con el Mobile World Congress, las compañías tecnológicas corrían a reservar los mejores stands para mostrar sus novedades. El 10 de junio 1944 se inauguró una nueva edición de la Feria de Muestras con la presencia de las principales autoridades municipales, el ministro de Industria y Comercio, Demetrio Carceller, y la bendición del obispo Modrego. La CTNE lucía un hermoso stand en el que mostrar los últimos adelantos, como las corrientes portadoras de alta frecuencia.
En febrero de 1944, el departamento de Ingeniería de la CTNE presenta su Plan de Defensa Pasiva, un detallado protocolo de actuación para preservar las infraestructuras, edificios y recursos humanos y técnicos de la compañía en caso de una nueva catástrofe. Dividido en instrucciones en caso de guerra, en caso de Alarma o en caso de Siniestro, el Plan da contadas instrucciones sobre evacuación del personal, reducción de las luces e incluso, lo que deben contener los botiquines. Un manual pionero de seguridad y prevención de riesgos laborales.
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