La introducción del servicio automático fue clave en el desarrollo del servicio telefónico, proporcionando unas comunicaciones más rápidas y fiables. Santander fue la primera ciudad que introdujo la automatización del servicio telefónico cuya inauguración fue presidida por el rey Alfonso XIII el 26 de agosto. Y sería en diciembre de ese año cuando el monarca lo inauguró también en Madrid, en una nueva central de la Gran Vía, instalada provisionalmente en un edificio junto al que sería la futura sede central de la compañía, el rascacielos más alto de Europa, que comienza precisamente este año su construcción. En la inauguración del monarca en Madrid, con 200 invitados, se hizo una demostración que conseguía una comunicación a larga distancia por un circuito de 3.800 km, el más largo que se había probado nunca en Europa, equivalente a la distancia entre Madrid y Moscú, y sobre el que la voz sería inteligible y clara. Enseguida, otras capitales de provincia como Sevilla y Bilbao fueron recibiendo la automatización del servicio.
Tras año y medio de haber comenzado la aventura, en 1926 ya tenemos más de 100.000 aparatos en servicio, y Telefónica sigue poniendo foco en desarrollar las infraestructuras, redes, centrales, circuitos... La instalación de centros automáticos y demás sistemas hacía preciso adquirir inmuebles adecuados a estas infraestructuras. Por ello, este año comienza un extenso programa de edificación y adquisición de inmuebles por toda España que se prolongaría en los años siguientes.
Una prioridad de este año es mejorar las comunicaciones con los países vecinos. En 1926 Telefónica logra extender la comunicación hasta Burdeos y París, y había comenzado, unos meses antes, las negociaciones con Portugal para el intercambio del servicio telefónico. Además, se estaban realizando las gestiones oportunas para el intercambio con Gibraltar y el Protectorado en Marruecos.
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