De ahora en adelante ya todo será “antes o después de la pandemia”. El año 2020 trajo consigo la mayor crisis sanitaria, económica y social que ha vivido esta generación y paralizó la vida en todo el planeta. La normalidad se nos rompió abruptamente a partir de marzo y solo las redes -las de Telefónica y las de todos- permitieron que siguiera discurriendo otra vida: la digital. Si pudimos seguir adelante fue, en parte, porque las telecomunicaciones vertebraron las sociedades y convirtieron nuestras casas en oficinas, en coles, en tiendas, en cines, en bares. Entretanto, y también a distancia, la compañía diseñó y ejecutó la operación más importante de su historia: fusionar sus activos en Reino Unido con el gigante Virgin Media para construir juntos la compañía de telecomunicaciones más grande del mercado británico.
Era el momento de volcarse y Telefónica lo hizo de mil maneras: • Prestando la mejor conectividad • Regalando datos y contenidos y abriendo plataformas de formación para que quisiera utilizarlas. • Garantizando la liquidez de sus proveedores • Poniéndose a disposición de las autoridades para todo lo necesario, desde digitalizar los hospitales de campaña en pocas horas hasta traer material sanitario de China. • Donando líneas móviles o tabletas y ayudando a los servicios de emergencias. El papel de Telefónica en la pandemia disparó nuestro orgullo de pertenencia e hizo más evidente que nunca nuestra misión: hacer el mundo más humano conectando la vida de las personas.
En plena pandemia, a primeros de mayo, tras meses de preparación y por primera vez de forma remota, se anuncia la creación de una compañía conjunta participada al 50% entre Virgin Media, propietaria de la red de banda ancha más rápida del Reino Unido, y Telefónica O2, la mayor plataforma móvil del país. Nace el proveedor integrado más fuerte del mercado británico, con una inversión de 10.000 millones de libras en el Reino Unido durante los primeros cinco años. La operación más audaz de la historia de Telefónica.
La última generación móvil, la que hará posible las operaciones quirúrgicas a distancia, el coche autónomo, la revolución del gaming y los deportes electrónicos, y muchas más cosas, desembarca en España en el mes de septiembre de 2020. Antes del final del año, el 76% de la población española ya puede acceder a esta primera versión de 5G en todas las comunidades autónomas.
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